
Me asombra el constante transito de carretas y carretillas en el Centro Histórico de la ciudad de México ya que genera una fuerza de trabajo llamada los “diableros”, su nombre surge de su herramienta de trabajo: la carretilla o diablito. Los diableros forman parte de la escena cotidiana y su labor es agilizar la movilidad de las mercancías. Hay estibadores que llegan a cargar hasta 700 Kg. y el volumen de los productos sobrepasa al medio. Para poder realizar los recorridos recurren a cuerdas, cajas, cartones, bolsas y arpillas. Hay quienes ya tienen adaptado a la carretilla toda la mercancía para poder instalar su puesto ambulante así como las estructuras de metal que conformaran este.